¿Qué es la epicondilitis?
La mal denominada epicondilitis, es una degeneración de los tendones extensores y supinadores que se insertan en epicóndilo lateral. Se produce en trabajadores manuales que realizan ejercicios de prono-supinación repetidos (electricistas, limpiadoras…), siendo poco frecuente en deportistas de élite, sí en aficionados.

Patogenia de la epicondilitis
Bien tras un esfuerzo repentino o bien tras movimientos repetidos, se produce una lesión tendinosa que no acaba de curarse (fenómeno de reparación incompleta) y que posteriormente se cronifica.
Las zonas ocupadas inicialmente por tendón, son sustituidas por fibroblastos y un tejido vascularizado muy desorganizado (degeneración angiofibroblástica).
Clínica de epicondilitis
La epicondilitis se presenta como dolor en región lateral del codo, que aumenta con las maniobras de extensión de muñeca contrarresistencia y supinación forzadas. Además aparece dolor a la palpación selectiva de la zona correspondiente con el tendón del 2º radial, que en un 100% de los casos se encuentra afectado. Podemos encontrar en un 35% de los casos una afectación de la porción anterior del extensor común de dedos.
Diagnóstico de epicondilitis
- Clínica y exploración
- RX codo
- Ecografía

Diagnóstico diferencial de epicondilitis
- Neuropatía de nervio interóseo posterior (se asocia en un 5%)
- Osteocondritis de cóndilo humeral
- Artrosis radio-humeral

Tratamiento de epicondilitis
El tratamiento de la epicondilitis, debe ser siempre e inicialmente conservador y engloba: Calor seco local suave, pomadas tópicas (Fastum gel, Traumeel), AINEs y tratamiento rehabilitador. Uno de los puntos clave del tratamiento es entender que no es necesario un reposo, sino que el objetivo es obtener una reparación completa de algo que por el motivo que sea no se ha reparado bien.
La rehabilitación se basa en evaluar la fase en la que se encuentra nuestro paciente, y si tiene signos inflamatorios en zona epicondílea empezar primero con una terapia física que busca quitar la inflamación y dolor, y posteriormente hacer ejercicios de estiramiento de los tendones, ejercicios de fortalecimiento concéntricos-excéntricos y con bandas.


Las infiltraciones muestran una recurrencia a los tres meses del 50%, por lo que inicialmente no las indicamos de rutina en el codo de tenista. Sirven para quitar el dolor de forma aguda en un deportista, pero nunca aisladas, y sí asociadas a un tratamiento rehabilitador. Las ondas de choque no han demostrado su eficacia.
Las ortesis de codo, obtienen resultados variables, pero no una mala opción inicial especialmente en pacientes que realizan ejercicios repetidos.
Hay estudios con la inyección de factores de crecimiento a nivel tendinoso tras realizar múltiples perforaciones con anestesia local sobre la zona teórica de lesión (Peperdieu), con resultados satisfactorios.
La ecografía, permite identificar la zona de lesión y realizar una infiltración selectiva en la zona de lesión. Se puede repetir el procedimiento infiltrando factores de crecimiento aislados o asociados a proteínas antiinflamatorias con buenos resultados (Ortokine), evitando la cirugía.
También se pueden asociar procedimientos guiados por ecografía de tipo EPI para disminuir los procesos inflamatorios y la hipervascularización en la zona dañada.
La ecografía permite además comparar con lado sano, para evaluar de forma clara la morfología de los tendones dañados, y evidenciar las zonas de lesión no reparadas y las zonas de rotura del tendón.
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Tratamiento quirúrgico de epicondilitis
Cuando no conseguimos un resultado óptimo con el tratamiento conservador, optamos por la cirugía.
La cirugía puede ser:
Abierta
La cirugía abierta en la epicondilitis de codo, engloba múltiples técnicas quirúrgicas que van desde la desinserción tendinosa de la musculatura extensora y supinadora (abierta o percutánea), al alargamiento en V-Y, a la resección del tejido patológico…
Nosotros realizamos la técnica de Morrey para el tratamiento de la epicondilitis cuando ésta es pura, que consiste en la resección del tejido patológico y no la desinserción para que no pierdan fuerza y le asociamos una liberación del NIP (Nervio interóseo posterior) cuando éste se encuentra afectado (5%).

Nuestros resultados con esta técnica son satisfactorios, siendo una buena técnica para trabajadores manuales de fuerza y deportistas.
Artroscopica
Técnica artroscópica de la epicondilitis. Permite si hay una afectación articular, explorar el codo mediante artroscopia, limpieza de cuerpos libres, sinovectomía, evaluación de plicas sinoviales y liberación de tendón segundo radial.
Los resultados con esta técnica son satisfactorios, agilizando la recuperación de nuestros pacientes.
Los resultados son comparables a la cirugía abierta, aunque existe una más rápida recuperación de los pacientes, al ser menos invasiva.
Guiada por ecografía
La cirugía ecoguiada ultra mínimamente invasiva. Es una técnica que se realiza con anestesia local, bajo control ecográficos y sin isquemia del brazo.
La operación es ambulante, no requiere inmovilización, aunque sí reposo relativo durante unos días o semanas, según la causa última de la lesión, sobre todo si es profesional.
Nuestra práctica es completar el procedimiento con la infiltración de plasma rico en factores de crecimiento para estimular la reparación tisular.
Hacemos un seguimiento ecográfico para valorar su evolución.
“El reposo es el mayor enemigo de la epicondilitis”
“Los ejercicios de fortalecimiento concéntrico excéntrico son importantes para recuperación de epicondilitis”
“Las infiltraciones asociadas a ejercicios de fortalecimiento obtienen excelentes resultados en epicondilitis o codo de tenista”
“La cirugía en casos de no mejoría, obtiene buenos resultados clínicos”
“La ecografía es fundamental para diagnostico, tratamiento y seguimiento de nuestros pacientes con epicondilitis”